"Buenas tardes". Poco después de recibir a Evo Morales, el Rey optaba por difundir la escritura del préstamo a su hija Cristina. 1.200.000 euros a devolver en un plazo de 23 años. Se establecía un periodo de carencia de tres años y se dejaba claro que la cantidad prestada no devengaría interés alguno. En una notaría del centro de Madrid, pactaron que, a partir de 2008, Doña Cristina le devolvería 50.000 euros cada año. Así que en 2012 tendría que haber pagado 250.000. Pero según la Agencia Tributaria, en esa fecha solo había abonado 150.000. Un impago de 100.000 euros que ha hecho sospechar a la fiscalía que podríamos estar ante una donación encubierta. Algo bastante difícil de demostrar. "Lo que se entiende es que el préstamo se está prorrogando tácitamente, por lo tanto no generaría intereses de demora salvo que haya reclamaración del prestamista", dice Pedro José Femenía, decano de la Facultad de Derecho de Alicante. Hacienda no concreta qué años la Infanta no devolvió el dinero a su padre pero fuentes cercanas a doña Cristina recuerdan que la situación económica de los Duques se complicó en 2011. El caso no parece haber afectado el humor del Rey. Asegura que ha pasado el verano "bien, trabajando mucho para recuperar". Centrado en su rehabilitación.