Por tercera noche consecutiva, miles de personas se han manifestado en varias ciudades de Turquía, en las que se han registrado fuertes enfrentamientos con la policía. Protestaban por la muerte de un manifestante el pasado martes. Su familia mantiene que el joven, de 22 años, murió a causa de un proyectil disparado por la policía. Sin embargo, el gobierno afirma que se cayó de una azotea y mantiene que esa muerte es sólo una excusa para la sedición. En el centro de Estambul, cientos de personas marcharon a la emblemática plaza Taksim, donde fueron reprimidas por la Policía antidisturbios, que usó cañones de agua, gas lacrimógeno y balas de goma para dispersar a la multitud, y ha detenido a una veintena de  manifestantes. Otros incidentes se han registrado al oeste y al sur del país, así como en la capital,  Ankara. Allí, las fuerzas de seguridad recurrieron a cañones de agua y gases lacrimógenos contra las más de 1.000 personas que se habían reunido en una plaza central.