Apenas tienen cuatro meses y ya se han tenido que enfrentar a una dura operación. Damaris y Danitza, estas dos siamesas bolivianas, nacieron a mediados de mayo unidas por el abdomen. Hace unos días se les operó y 29 especialistas se encargaron de ellas durante las 8 horas que estuvieron en el quirófano. Era una operación de alto riesgo ya que sus corazones e hígados estaban conectados por membranas que complicaban, más si cabe, la intervención. Aun así, era totalmente necesario actuar porque no había espacio para el desarrollo de otros órganos vitales como los intestinos o los pulmones. Tras la separación Damaris parece ser la que mejor lo está llevando. Danitza deberá pasar en breves otra vez por quirófano. Es la primera vez que se realiza este tipo de intervención en Bolivia y aunque todavía no se sabe cuándo podrán volver a casa con sus hermanos mayores, los médicos hablan ya de éxito.