La reforma de las pensiones del Gobierno prevé, entre otros, que no tengan una actualización directa con el IPC. Y eso puede provocar una importante pérdida de poder adquisitivo. Con este panorama, a muchos pensionistas les preocupa esa reforma. La crisis ha heho que, para muchas familias, la pensión sea el único ingreso que entra. Es el caso de Lola: cobra 600 euros y tiene que mantener a su hijo en paro.