El toro enviste y el mozo lo tienta. Lo que entusiasma al público. Son turistas que hasta ahora venían a descubrir la fiesta taurina. Pero no se confundan, no es una corrida. Son tanteos y capeos.Así sobrevivían hasta ahora las ganaderías de Alfara de Carles tras la prohibición de las corridas en Cataluña. Pero la justicia ha suspendido cautelarmente estos espectáculos.La Generalitat los apoya y recurrirá la sentencia porque considera que NO se maltrata al animal. Lo único permitido son los tradicionales "correbous". Y esta es la forma que tienen para protestar, soltando los toros en la calle.Es la estrecha relación entre el animal y estos vecinos de Tarragona. Por eso confían que la justicia no dé la estocada final a esta tradición de tres siglos de historia.