Llevaba huido desde finales del mes de julio, pero ayer Luis Goñi decidió que era el momento de reaparecer. Apoyado y protegido por Herri Harresia, un movimiento que aboga por la desobediencia civil pacífica y que intenta dificultar que condenados de ETA sean detenidos, el final de una marcha era un buen escenario. La plaza pamplonesa de la Navarrería, con la fuente desde donde cada San Fermín saltan decenas de turistas, el símbolo elegido. Desde mediodía, y tras la lectura del propio Goñi de un comunicado, cientos de personas protagonizaron un muro humano para dificultar la acción policial. Con algunos forcejeos pero en general escasos incidentes, las horas fueron pasando hasta más allá de medianoche.Pasada la una de la madrugada una rápida intervención de las fuerzas de seguridad pusieron fin a la protesta y ejecutaron la detención del joven navarro, acompañado en todo momento por amigos y familia, entre los que se encontraba su madre. Luis Goñi está condenado a seis años de cárcel por pertenencia a Segi.