Con un simple gesto de las manos se podrían evitar 400 mil muertes al año en Europa, las que se producen por infartos. Bastaría con que todos aprendiéramos a hacer el masaje cardiaco. Hoy hemos aprendido en el lugar donde es más necesario: en la calle. Porque asistir a una persona con una parada cardiaca no es especialmente difícil. Basta con seguir unos sencillos pasos para realizar una buena maniobra de reanimación y así contribuir a salvar su vida. Se ponen los brazos rectos y se hacen 100 ó 120 compresiones por minuto sobre el pecho. Y si contar 120 compresiones en un minuto nos resulta complicado, hay trucos para seguir el ritmo, como cantar una canción. Hoy, en el día Europeo del paro cardiaco, el Samur ha querido salir a la calle a explicar a todo aquel que quiera aprender, cómo reaccionar ante una persona inconsciente. Cómo se actúe durante los primeros minutos ante una situación tan grave, los pocos que puede tardar en llegar el Samur, puede suponer que esa persona sobreviva.