Una mejora gradual de la economía desde principios de año ha traído el dato más esperado, tras 21 meses de recesión la economía creció un 0,1% entre julio y septiembre, un dato que ha sido valorado por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, como el del inicio de la recuperación. Pero se trata de una recuperación que no se basa en la demanda interna, que ha seguido cayendo al mismo ritmo que lo hacía en el trimestre anterior, sino en las exportaciones y el turismo. El paro siguió creciendo, pero lo hizo al ritmo más lento desde el inicio de la crisis. Unas cifras positivas que hoy se valoran con prudencia desde la oposición. Porque España ya salió de la recesión en 2010, para volver a caer año y medio después, pero ahora los analistas consideran que los datos económicos demuestran que esta salida es la definitiva, aunque demasiado débil como para propiciar la creación de empleo. Porque según los expertos, la salida real de la crisis llegará cuando se fortalezca el consumo fruto del crecimiento del empleo. Para que esto suceda el Banco de España considera vital seguir apostando por contener los salarios.