36.000 euros. Ese es el precio de la paternidad a través de un vientre de alquiler. Una práctica ilegal en España pero que se ha puesto de moda en paises con una legislación permisiva. Hasta la Feria Invitra de Valencia han llegado 4 agencias internacionales especializadas en madres de alquiler. El requisito indispensable es trasladar la práctica al país de origen. En nuestro país, la legislación prohibe a una mujer ceder su útero, pero una instrucción de 2010 ofrece un cauce legal para inscribir a estos niños en el registro Civil. Para evitarlo, ya hay quien reivindica que España abra su legislación a esta práctica. Para personas como Ricardo Lucas, portavoz de la plataforma "Son nuestros hijos", como para otros muchos, esta es su única forma de ser padres.