Se suceden las reacciones a la dimisión en bloque de la dirección de UGT en Cádiz, desatada a raíz de la detención de su secretario general, Salvador Mera. El sindicato queda descabezado y de momento en manos de una gestora.Mera se resistía a dejar el cargo a pesar de estar imputado por malversación de caudales públicos por el caso de los ERES. Pero un mes después de su detención, el secretario general de Cádiz comunica su dimisión a la Ejecutiva Regional. Sin embargo, nadie informa de esa dimisión a la Ejecutiva de Cádiz. Pensaban hacerlo mañana en una reunión prevista. Ahora la junta de Andalucía le da a UGT un plazo de tres meses para que presente toda la documentación relacionada con el otro frente abierto, el de las presuntas facturas falsas.