De los calabozos de Alicante hasta la audiencia nacional para prestar declaración. Es el camino que ha hecho esta mañana Roberto Lopez Abad, tras pasar su primera noche detenido, el que fuera director general de la Caja de Ahorros del Mediterráneo durante diez años tendrá que explicar al juez Gómez Bermúdez todo lo que sepa sobre cinco actuaciones supuestamente irregulares denunciadas por el FROB. Se trata de la compraventa de tres hoteles y dos parcelas en el Caribe con las que los imputados podrían haber obtenido un lucro personal al desviar fondos desde la CAM hasta una empresa turística participada por la entidad. El juez ha dictado orden de detención para otras cuatro personas entre las que se encuentran también Daniel Gil, César Véliz, también ex directivos y otros dos empresarios alicantinos. Esta investigación está separada de la causa que se sigue contra los antiguos responsables de la Caja, que fueron sustituidos tras la intervención de la caja en 2011 con un agujero de 2.800 millones de euros.