Hoy han declarado ante el juez los mossos imputados por la paliza que presuntamente acabó con la vida del empresario Juan Andrés Benítez en el barrio de El Raval, en Barcelona. A su entrada a los juzgados era imposible identificarlos ya que les acompañaban, también vestidos de paisanos y en un grupo compacto, una veintena de compañeros. Los imputados iban con gafas de sol y camuflados entre el resto de agentes. Dentro, los agentes de la Policía autonómica catalana han defendido su inocencia. Aseguran que la víctima estaba muy irascible y que lo que utilizaron para reducirlo formaba parte del protocolo de actuación y nunca dieron codazos ni patadas.