Mientras los voluntarios retiran restos y limpian la zona, todavía hoy vecinos y debotos se acercan al lugar porque no se creen lo ocurrido. El interior del Santuario de la Virgen de la Barca está ennegrecido por el humo, arrasado por las llamas. No queda prácticamente nada. El retablo del altar mayor, barroco y de gran valor, está ahora destruído. Igual que la bóveda, el principal temor es que se derrumbe. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha visitado el Santuario acompañado de varios políticos de la zona, y ha asegurado que se rehabilitará cueste lo que cueste. Los técnicos de patrimonio siguen valorando los daños. También trabajan los investigadores de incendios, tratando de concretar la causa del fuego. Aunque todo apunta a que fue un rayo sobre un transformador lo que originó las llamas que han acabado con el emblemático lugar de peregrinación.