La policía brasileña continúa evitando la formación de favelas en las grandes ciudades. Esta vez ha ocurrido a las afueras de Sao Paolo. Unas 6.000 personas ocuparon este lugar en 2004. Ahora ocho años después han sido desalojadas por la fuerza. Durante el desalojo se han producido algunos enfrentamientos. La operación policial se ha saldado con 17 detenidos por lanzar piedras a los antidisturbios.