Con un dibujo de un corazón y una carita feliz, la cantante ha firmado su sentencia de divorcio con el cómico tras un año de matrimonio. Pese a que las cosas entre ambos no han funcionado parece que han llegado a un acuerdo amistoso en el que se mantendrá la separación de bienes con lo que Katy no dará ni un céntimo de su fortuna estimada en unos 30 millones de euros.