Michael Smith, canadiense de 50 años, ha sido detenido en Panamá porque tiene una acusación pendiente por una veintena de asesinatos. Se le acusa también de tráfico de drogas y de participación en bandas criminales, en concreto a la conocida organización de los Ángeles del Infierno. Se encontraba en busca y captura por las autoridades canadienses desde 2009.