En su quehacer diario se juegan la vida. Los bomberos tienen que enfrentarse a peligrosas llamas o a rápidas decisiones,pero estos días en la capital de Filipina participan en una prueba contrarreloj más amable: los juegos olímpicos para bomberos.Las sirenas no han parado de sonar en Filipinas. 300 profesionales han puesto a prueba sus habilidades en estos juegos olímpicos de los bomberos. Han trepado por una cuerda, lanzado agua a un objetivo, trasladado rápidamente una carga y, logicamente, apagado fuegos. Duras pruebas, leves comparadas con la realidad donde, aseguran tienen un pie en la tumba.Velocidad, habilidad y fuerza para conseguir el premio. Ser lo mejores en una ciudad donde cada día atienden entres tres y cinco incidentes.