Se acabó lo que se daba. Fin a dos semanas de campaña, pero a un camino mucho más largo. El Partido Popular lleva años volcado en Andalucía. Es la joya que le falta a su corona. Así que por quinta vez en quince días, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha acudido a arropar a Javier Arenas. "El Partido Popular ganará las elecciones y Javier Arenas será el presidente de la Junta de Andalucía", sentenciaba confiado en el acto de cierre en Sevilla. Con todo el viento a favor, no conciben otra cosa. "Lo que se vota el domingo es continuidad o cambio, pasado o futuro", decía el candidato popular, que insistía en el tema protagonista de este proceso: "El domingo se vota o el Gobierno de los ERE o el Gobierno del empleo". Desde Córdoba, el presidente de la Junta de Andalucía y candidato del PSOE, José Antonio Griñán, no rehuía la cuestión. "Desde la humildad de reconocer nuestros errores. Desde el coraje de echar de nuestras filas a quienes han incurrido en corrupción", comentaba en el primer mitin de la tarde, en Córdoba, acompañado, como traca final, del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el ex presidente Felipe González. Menos de dos horas después, en Sevilla, tenía lugar el cierre. Las políticas de recortes impulsadas por el PP tanto en el Ejecutivo como en las Comunidades Autónomas en las que gobierna ha sido el argumento principal del PSOE para intentar ganar por novena vez consecutiva y amortiguar su peor año en décadas. Felipe González se refería al lema del PP de la necesidad de cambio tras 30 años de PSOE en la región: "Si ellos llevan 20 ó 25 en algunas Comunidades Autónomas. Pero para ellos no juega eso de la alternancia". "No les deis las llaves de vuestros hospitales", incidía Pérez Rubalcaba, "porque se las darán inmediatamente a los que quieren hacer negocio con la sanidad de todos". Llave que, en cuestión de pactos, puede tener Izquierda Unida, que confía, en palabras de su coordinador federal, Cayo Lara, en "situar una punta de lanza en Andalucía para empezar a dar un giro a las políticas del país". Llave que también puede tener UPyD. "Para coger esta llave", explicaba su candidato, Martín de la Herrán, con una llave en la mano, "tienen que negociar políticas y no pensar en ofrecernos cargos". Los dos, junto al Partido Andalucista, aspiran como poco a ser el árbitro, figura clave en cualquier partido, cómo no, también en Andalucía entre los dos grandes, populares y socialistas.