Un suicidio, a plena luz del día y en plena hora punta, ha conmocionado Grecia. Tal y como lo dejó escrito, se negaba a buscar en la basura y por eso decidió poner fin su vida. Se suicidó a escasos metros del parlamento, provocando una nueva ola de cólera e indignación en el país más castigado por la crisis.La noticia corrió como la pólvora. Cientos de griegos, indignados por el suceso, acudieron a la emblemática plaza, frente al Parlamento, con velas para honrar la memoria del suicida. Y la mecha, prendió.