Las fuertes rachas de viento de los últimos días han convertido los molinos de energía eólica en gigantes de la producción. Esa forma de generación cubrió en la madrugada del miércoles al jueves el 60% de las necesidades eléctricas de España. Se consolida así una modalidad de producción de energía que ha sido mirada con recelo y que ha acabado cambiando el paisaje y panorama energético español.