Miles de fans se congregaron en el estadio de Livorno para rendir homenaje a Piermario Morosini, el jugador de la segunda división que falleció repentinamente el sábado durante un partido contar el Pescara. Un coche fúnebre con el féretro de Morosini recorrió el campo y se paró para guardar un minuto de silencio. Sus compañeros llevaron camisetas del equipo y colocaron coronas de flores sobre el féretro.