A nivel clínico, hombres y mujeres no somos tan iguales. "Conocer las diferencias es la base para hacer buena investigación poder ofrecer mejores soluciones terapéuticas tanto a hombres como a mujeres", dice Erica Villa profesora en de la Universidad de Módena. Villa participó ayer en el ciclo de conferencias sobre Enfermedades Asociadas el Envejecimiento que organiza la Fundación BBVA en su sede de Bilbao con la colaboración del CICBoigune. Por ejemplo, durante la vida reproductiva de ellas, la producción de estrógenos las protege de numerosas enfermedades relacionadas con el hígado. Una ventaja que se diluye al llegar la menopausia, pues, según la doctora, "pierden el efecto protector de los estrógenos y por tanto, tras la menopausia, existe un notable incremento de mujeres que desarrollan, por ejemplo carcinoma hepatocelular". O lo que es lo mismo: aumenta el riesgo de que sufran cáncer de hígado. Y es que este órgano, en contra de lo que se creía, no es ajeno a las revoluciones hormonales del cuerpo. "El hígado es de hecho muy sensible a las hormonas y nota los cambios que ocurren en la menopausia", sostiene la investigadora. Y aunque la llegada del fin de la menstruación no se pueda evitar, la doctora Villa recuerda que se puede sí actuar en muchos otros frentes para evitar las dolencias hepáticas, especialmente, prevenir la obesidad. Este ciclo de conferencias continúa el próximo 15 de mayo con la ponencia del profesor Salvador Moncada.