Los intentos de defraudar al seguro aumentaron un 10 por ciento el año pasado. Las compañías detectaron 131.000 casos fraudulentos. El sector más afectado, con un 60 por ciento de los casos, el de los seguros de automóvil. Algunos son capaces de todo con tal de cobrar el dinero de seguro. El año pasado las amputaciones de miembros aumentaron un 22 por ciento. También hay casos como el de un hombre que contrató cinco seguros de vida y luego se suicidó para que los cobrara su hija. Y una mujer colgó fotos suyas en Facebook en las que aparecía en el Gran Premio de Qatar cuando le había reclamado al seguro una indemnización por un accidente que la tenía en casa muy deprimida. Casos que le podían haber costado 364 millones de euros a las aseguradoras el año pasado.