La propaganda esta muy presente en las calles, como en el caso de Sevilla, tanto en farolas, fachadas, o repartida a los viandantes. Cansados de limpiar, el ayuntamiento de la capital andaluza ha decidido aplicar una ordenanza de 2002 que impide el reparto de publicidad, hacer pintandas o colgar pancartas sin autorización. La empresa municipal de limpieza ha abierto 570 expedientes a bares y comercios por ensuciar las calles con sus anuncios. Recuerdan además que para hacerlo hay que pagar la correspondiente licencia. La responsable de una agencia afirma que se multa al que hace la propaganda y al que la reparte. Con las sanciones el ayuntamiento confía recaudar ochenta mil euros. La mayoría de las multas son a empresas que colocaban publicadad en los parabrisas de los coches. Los ciudadanos acogen el anuncio de diferente manera. Algunos la apoyan para tener una ciudad más limpia, otros en cambio, creen que era una ayuda para jóvenes que podian ganar algún dinero en tiempos de crisis.