La policía nacional detiene a siete traficantes en una redada en el suburbio madrileño de Cañada Real Galiana. Los agentes han irrumpido en 13 infraviviendas, algunas de ellas con puertas forzadas o blindadas. Dos de ellas servían como despachos de droga para abastaecer a consumidores y a pequeños traficantes de otras provincias. Los detenidos eran miembros de un mismo clan familiar. Un matrimonio perteneciente a la organización, que cumple condena por tráfico de estupefacientes, aprovechaba sus días de permiso carcelario para volver al poblado y reincidir en sus actividades delictivas. En la operación se han intervenido diversas cantidades de droga, varias armas, dinero y joyas.