Aferrada a los muñecos preferidos de Lillie, Jackson y Wilsher, que piensa enterrar en Nueva Zelanda junto a los trillizos, Jane Weekes recuerda la última imagen de sus thijos en la guardería de Catar. "Los tres sentados en una mesa con un plátano y una botella de agua, diciéndome adios". Los tres fallecieron en el incendio que se declaró la mañana del lunes 28 en el centro comercial Villagio de Doha. Sus padres esperan que se investiguen las causas de la tragedia que, ha costado 19 vidas. Pero, en principio, no quieren responsabilizar a nadie: "Tenemos que enterder lo que pasó, pero no se trata de echar la culpa a nadie. Es algo trágico" Dentro del inmenso dolor, a los Weekes les consuela que los trece niños que perecieron en la guardería "gympanzee" estuvieran acompañados de unas cuidadoras a las que apreciaban, "Te rompe el corazón pensar que las profesoras han muerto también. Pero sabemos que no habrían dejado a los niños solos. Nuestros pequeños estaban con gente a la que querían". Los funerales de los trillizos se celebrarán la próxima semana en la capital neozelandesa, Wellington.