La madre del niño de tres años desaparecido en Valencia se sigue aferrando a la idea de que su hijo sigue vivo a pesar de que la policía da fiabilidad al testimonio de sus dos amigas, ahora en prisión provisional, que aseguran que el niño murió accidentalmente al caerse en la bañera y que ellas, asustadas, arrojaron el cadáver a un contenedor.Estas jóvenes, de 20 y 25 años, son amigas de Lohammy desde que tenían 10 años y se habían prestado a cuidar del pequeño cuando su madre tuvo que irse a París por motivos de trabajo. Llevaba cinco meses sin ver a su hijo, pero hablaba habitualmente con él. El pasado lunes fue la última vez que escuchó su voz. Estaba contento porque el sábado, Lohammy viajaba a España para recoger a su pequeño y llevárselo con ella a Francia."Hablé con el por última vez y me decía que me estaba esperando. Me duele saber que me sigue esperando, que lo han matado y que no sé dónde buscarlo", ha dicho la boliviana entre lágrimas a la prensa.