Vuelven a casa después del incendio y se encuentran con el desastre. Una veintena de granjas como la de Jaume han quedado arrasadas. Entramos en una de estas granjas en Llers. Las instalaciones están valoradas en 700 mil euros. El seguro lo cubre pero el propietario que se salvó de milagro tiene que adelantar el IVA y empezar de cero. De las casi 14.000 hectáreas arrasadas, 3.000 son campos de cultivo. Y también el turismo se resiente. Los que viven de él temen que se anulen muchas reservas.