Ocupa los tres últimos pisos de un rascielos de Nueva York, y todo indica que va a convertirse en la vivienda más cara de la ciudad.Algo más de 81 millones de euros pide el actual propietario por los 8.000 metros cuadrados que tiene este piso situado en el centro de Manhattan. Con su entrada en la planta 73, cuenta con seis habitaciones, nueve baños, un ascensor propio y unas vistas de 360 grados de la ciudad. Fue construido en 1993. Entonces su primer dueño pagó por él 3 millones seiscientos mil euros.