La Generalitat de Cataluña no pagará este mes a los centros concertados del tercer sector social. Esto afecta a las nóminas de los cien mil trabajadores de las residencias de ancianos, centros de salud mental o de drogodependencia. La asociación catalana de directores de centros geriátricos ya ha denunciado ante la fiscalía estos impagos.
Estos servicios no pueden mantenerse si la Generalitat no les paga los cuatrocientos millones de euros que les debe.
Los trabajadores tienen miedo a que los pacientes se vean perjudicados. También temen seguir sin cobrar más allá del mes de julio.
La Generalitat asegura que en agosto estos centros volverán a cobrar y se normalizará su situación.