Los rumanos votan este domingo si quieren que el presidente de su país, el conservador Basescu, siga en el cargo o no. La idea de organizar el referendum es del principal enemigo político del presidente, el primer ministro socialista Victor Ponta. Ponta asegura que su rival ha abusado de su autoridad y hoy les ha querido dar a los ciudadanos la oportunidad de que le destituyan. El presidente, sobre el que se vota hoy, tiene una popularidad de sólo el 17%, pero el organizador del referendum no tiene mucha mejor imagen. Hasta la Unión Europea le ha llamado la atención por el deterioro democrático del país.En los últimos tres meses, ha destituido a los presidentes de las dos Cámaras y al Defensor del Pueblo y ha amenazado con cesar a jueces del Tribunal Constitucional. Esa degradación está alejando a los ciudadanos cada vez más de la clase política. Por eso, la duda hoy es si se conseguirá el 50% de participación necesaria para el que referendum sea vinculante, o si el profundo desencanto de muchos rumanos les hará quedarse en casa y el presidente Basescu mantendrá su puesto.