Declarada la alerta por ola de calor y riesgo de incendios forestales en diversas zonas del país para los próximos días. Una masa de aire muy cálido de origen africano producirá durante los próximos días un ascenso progresivo y generalizado de las temperaturas que continuará hasta el viernes día 10. A partir del sábado 11, las temperaturas comenzarán a descender por el noroeste peninsular. En Canarias, también se registrará un aumento de temperaturas durante el viernes y sábado, tendiendo a descender a partir del domingo.Para el jueves y viernes (días 9 y 10), se espera que las máximas alcancen o superen con claridad los 40ºC en numerosos puntos de la mitad sur, zona centro y valle del Ebro. Se superarán los 35ºC en la mayor parte del resto de la península y Baleares. Las máximas más bajas se darán en el oeste y noroeste de Galicia y en el oeste de Asturias, donde oscilarán entre los 25 y 30ºC. El día con temperaturas más elevadas será el viernes 10, cuando se podrían alcanzar los 42ºC en puntos de la mitad sur y valle del Ebro y los 44ºC en el Valle del Guadalquivir. A partir del sábado, se espera un descenso de temperaturas que comenzará por el noroeste peninsular, aunque todavía para este día las máximas se mantendrán muy altas en buena parte del sur y este de la península. El domingo 12, el descenso se generalizará a todas las zonas, dando por terminado este episodioEsta situación de ola de calor implicará un elevado riesgo de incendios en el país. Por eso, en lugares como Cataluña se trabaja para evitarlos. Con la ayuda de los agricultores, se labra la tierra antes de tiempo para prevenir la propagación de las llamas en caso de incendio. También se retira todo el rastrojo por el peligro que esto supone. La escasez de lluvias no ayuda y la vegetación se encuentra tan seca que facilitaría que el fuego fuese más rápido. Por eso, ahora más que nunca es necesario prevenir.Se aconseja extremar las precauciones y evitar las imprudencias, ya que una muy elevada parte de los incendios se produce por causas humanas. Son pequeñas negligencias que pueden evitarse y que causan graves daños. Con su conducta, los ciudadanos pueden prevenir los incendios. Negligencias como arrojar colillas o botellas en el campo, no atender a la prohibición de hacer fuego y las imprudencias en el uso de medios que pueden provocar fuegos, están en el origen de gran parte de los incendios.