Él también fue campeón olímpico. Pero de esto ya hace 76 años. Nos remontamos a los Juegos Olímpicos de Berlín, en 1936, cuando el húngaro Sandor Tarics consiguió la medalla de oro en waterpolo. Ahora, casi ocho décadas después, puede presumir de ser el ganador olímpico más longevo del mundo. Además, su entusiasmo por la competición olímpica apenas ha variado."Me encanta la multitud de los Juegos porque hay todo tipo de personas llegadas de cientos de países: atletas, adultos, niños... Es maravilloso", afirma el ex waterpolista. "Forma parte de nuestra personalidad querer ser excelentes e intentar ser mejores cada día. Es parte de la naturaleza humana así que los Juegos no pueden ser eliminados. Eso es lo que hace que se mantengan las Olimpiadas", añade.Y sus sabios consejos sirven de ejemplo para muchos otros deportistas hoy en día. "Aprendes que en la vida siempre tienes que tener una fantasía, un sueño, una dirección que seguir. Y si noci tienes éxito, cambia el sueño. No permitas que las rcunstancias te hagan daño, porque si dejas de esforzarte, te harás daño a ti mismo", concluye el húngaro.El ex waterpolista cree que el deporte es la clave de su salud actual. Y es que Tarics seguirá haciendo historia el próximo septiembre, cuando cumpla 99 años.