A Toni y Ana les embargaron su casa en enero. Ocupar un piso en Terrasa era la única forma de dar un techo a sus dos hijas. Allí han conseguido un lugar digno donde vivir, pese a que ninguno de los dos trabajan y viven con una ayuda de 600 euros. Luis y Cecilia son sus vecinos. El banco también les desahució de su casa al no poder pagar la hipoteca. Como ellos, once familias viven en la misma finca de Terrasa. Llevaba ocho años vacía después de que el banco se la embargara a la promotora al no vender ningún piso. La situación es dramática. Aún así, en lugar de vivir allí gratis, preferirían que el banco les ofreciera un alquiler social de acuerdo a la cantidad de dinero que perciben cada mes. La entidad todavía no se ha pronunciado, pero todos ellos saben que no pueden estar así para siempre.