Con los termómetros rondando los 40 combatir el calor no es nada fácil, sobre todo si eres una persona de edad avanzada. Por eso la policía local de Tomares, en Sevilla, se ha propuesto ayudar a los ancianos. Todos los días hacen una ronda telefónica. Preguntan qué tal están¿ y si no obtienen respuesta llaman a algún familiar. Después acuden a los domicilios a comprobar el estado de los mayores y a darles algunos consejos. Por ejemplo que hay que beber agua aunque no se tenga sed y tomar muchos gazpachos. Llevan ya 4 años con este plan, y ambas partes están contentas. Los ancianos están muy agradecidos por la labor de la policía. Sienten que alguien se preocupa por ellos y se sienten más seguros, y ellos, los policías, cumplen con su trabajo de hacer que se sientan cuidados y atendidos. Su recompensa es la sonrisa de los abuelos.