El centro de Lisboa se convirtió ayer en lugar de reunión para miles de portugueses, indignados con las medidas de austeridad impuestas por el gobierno conservador.Con el objetivo de protestar por los próximos Presupuestos Generales para 2013 y al grito de 'la lucha continúa', la concentración pacífica, organizada por la Confederación General de los Trabajadores Portugueses, mostró su rechazo hacia los recortes.Las pancartas con mensajes de descontento hacia el primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, también demostraban el malestar existente. Esta es ya la tercera manifestación en menos de tres semanas."Quiero luchar por mi generación, por mis padres y por mis abuelos. Hemos sido totalmente robados por el gobierno, por las políticas europeas que se acaban de hacer para el capital y los mercados y no para la gente", dice un joven manifestante."Si protestamos, hay esperanza de que algo va a cambiar para mejor", explica otra de las manifestantes.Estas medidas están sumergiendo a Portugal en su peor recesión desde la década de los 70, alcanzando además un máximo histórico en desempleo, que llega ya al 15%.El futuro económico del país sigue siendo incierto pese a que las protestas no dejan de sucederse.