Nacho Vidal salía hace unas horas de la Audiencia Nacional. Declaraba ante el juez durante veinte minutos. Lo negó todo aunque reconoció que había mantenido contactos con Gao Pin, el cerebro de la trama, que colaboraba en la elaboración de sus productos. Finalmente quedaba en libertad con cargos por colaboración en blanqueo de capitales en la operación Emperador.