Los últimos 23 años de su vida, Antonio Meño los pasó tumbado y en coma. Una negligencia médica en una operación de cirugía estética le había condenado a este estado. Antonio se hizo famoso por pasar con sus padres 522 días en una tienda de campaña frente al ministerio de justicia. Era la forma de protestar de sus padres que habían vistos rechazada la demanda de indemnización que pedían por negligencia.