Un hostelero vasco ha reaccionado a golpes contra la nueva ley Antitabaco y para ello ha decidido destrozar la máquina expendedora de cajetillas de su local. Se trata de la imagen más contundente de una propuesta que promueve la federación vasca de hostelería, que ha pedido a todos sus asociados que retiren las 7.000 máquinas expendedoras de tabaco de sus bares, como muestra de su desacuerdo con la nueva normativa. Es una reacción extrema pero aseguran que así no recaudarán impuestos para el estado.