Nueva York se ha vuelto a vestir de blanco por una gran nevada, que ha paralizado la actividad de la ciudad. Su alcalde, Michael Bloomberg, ha declarado la máxima alerta debido a la quinta tormenta de nieve de este invierno que asola Nueva York y que está dejando casi 40 centímetros de nieve en las calles. Numerosos trabajadores se han encontrado con serias dificultades para llegar a sus oficinas. Los más pequeños han aprovechado para disfrutar de la nieve y jugar en los parques.