En este local de Barcelona se cultivan 650 plantas de marihuana que pertenecen a los 1.700 miembros de esta asociación. Por veinte euros pueden llevarse 3 gramos y medio de cannabis, una cantidad que no supera lo permitido para el consumo propio. Ellos dicen que su actividad no es delito y que cultivan lo necesario para sus socios. Además, pagan impuestos. Ellos dicen que de esta manera se fomenta el autoconsumo y no se hace negocio. Los mossos d´esquadra estudian si la actividad es legal. Hace unos días intervinieron el local y detuvieron a los cuatro responsables.