"Ahora se ve con claridad que la reforma de la gobernanza de las cajas y su sometimiento a la transparencia y disciplina del mercado se debería haber acometido antes, en los buenos tiempos y no en medio de la crisis". Con estas palabras, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, ha reconocido que la institución actuó tarde respecto a la reforma del sector financiero. No obstante, ha dicho que el proceso de ajuste y reestructuración del sistema bancario ha avanzado significativamente en los dos últimos años. Durante el XVIII encuentro del Sector Financiero organizado por ABC y Deloitte, ha señalado que el proceso de reestructuración no ha terminado: "No cabe caer en la complacencia, porque todavía queda camino por recorrer", y ha querido destacar hoy que los objetivos del proceso de reestructuración han sido tres: corregir la excesiva fragmentación del sector "la dimensión media de las entidades se ha multiplicado por dos veces y media-, reducir el exceso de capacidad instalada y, sobre todo, reforzar la viabilidad de las entidades resultantes con los recursos y con la capacidad de gestión de las cajas.