Ya no hay acto político que se precie en el que las movilizaciones de los jóvenes no sean un asunto. En público y en privado. Hasta Gallardón se queja ante Rajoy por estas movilizaciones. Desde el PP han optado por colocar el foco contra el Gobierno. Si alguien pensaba que lo que está pasando podía apacigüar la eterna guerra PP-PSOE, todo lo contrario. Y desde las mismas filas del ejecutivo hay quien coincide por tender la mano a los jóvenes. El tiempo dirá, pero mientras pasa. Desde Izquierda Unida mueven la movilización. Según ellos no hay motivos para prohibir a estos jóvenes tomar las calles.