Miles de personas han clamado en Sanáa, la capital de Yemen, para que su presidente Ali Abdula Saleh abandone el poder. Le acusan de querer llevar al país a una guerra civil y de estar masacrando a su población. Los combates entre partidarios y detractores del presidente van a más, sobre todo después de varias negativas de Saleh a firmar su renuncia. El presidente rechaza cualquier mediación extranjera para solucionar el conflicto.