Una amplia masa de manifestantes griegos se concentran frente a las puertas del parlamento, donde a medianoche, el primer ministro, Giorgos Papandreu, se enfrenta a una moción de confianza. Se trata de una votación crucial, en la que se determinará no sólo su futuro, sino el del nuevo plan de ajustes elaborado por su Gobierno para tratar de cumplir con las exigencias de austeridad impuestas por Bruselas antes de recibir el segundo paquete de rescate económico.Con la concentración los griegos pretenden mostrar por su parte el malestar hacia estas medidas de ajuste, que implican privatizaciones, y el despido de una masa de funcionarios.