Distinguir lo falso de lo real. Es el trabajo de un departamento de la policía científica. La mayoría de los billetes falsos son de 50 y 20 euros. Suelen venir de Italia y se les cuelan sobre todo a repartidores. Generalmente es muy difícil distinguirlos de los auténticos: a veces son errores de milímetros, un pequeño desvío en alguna parte de la impresión o algunos detalles que se detectan sólo al pesar un rayo ultravioleta. Aunque, a veces, billetes que llegan como falsos resultan ser buenos.