En Grecia han vivido una noche de protestas. Nuevas quejas por unos también nuevos recortes: para poder recibir la ayuda de Europa, el país heleno tendrá que deshacerse de 30.000 funcionarios, recortar las pensiones y subir los impuestos.Los griegos se echan a la calle ante la agónica situación económica. El país apenas tiene fondos para mantener sus pagos durante tres semanas. Si la ayuda internacional de emergencia de 8.000 millones no llega, el Estado quebrará.