Hasta las 6 de la tarde de este jueves tienen de plazo los indignados acampados en la catedral de san Paul en Londres para desmotar su campamento.  Es la decisión adoptada los jueces bajo presión del alcalde de la ciudad, Boris Johnson, que ayer amenazaba con emprender acciones legales para echar a los indignados de la via pública. El aviso judicial cuelga ya de más de 200 tiendas de campaña, La corporación de Londres, encargada de velar por la imagen de la City, aseguró no estar motivada por el desaolojo de los indignados de Wall Street.  Los indignados del movimiento Ocupy London, por su parte, aseguran que están preparados para la batalla legal y para seguir luchando por sus derechos desde la misma plaza.