Este fin de semana emocionaba conocer la historia de un hombre que moría en un accidente de tráfico. Lo hacía después de pasar varias horas en la cuneta, con su hijo autista abrazado a él. La familia se había mudado de localidad hasta Castro del Río, en Córdoba, en busca de un centro para el pequeño. Esta tarde ha tenido lugar el entierro del padre, que lo había dado todo por su hijo. El pequeño, de tan sólo tres años, sobrevivió al accidente y ya ha sido dado de alta, ahora se recupera y espera poder volver al colegio especial al que su padre siempre quiso llevarle.