Los últimos seis cadáveres encontrados se suman a los cerca de 40.000 que se han contabilizado desde hace cinco años en la guerra del narcotráfico. Han aparecido en Monterrey, en un barrio del oeste de la ciudad. Todavía no se ha podido detener a nadie por este nuevo crimen a plena luz del día.Las autoridades, cerca de allí, también en Monterrey, han confiscado una auténtica red de comunicaciones con la que los narcos facilitan habitualmente su trabajo. 167 antenas, algunas pintadas para camuflarse en la vegetación, 155 repetidores, generadores, 1.500 radios y otros tantos teléfonos, 71 ordenadores portátiles, paneles solares o baterías. La policía exprimirá cada rincón en las bases de datos de estos aparatos para poder obtener algunas pistas más de los zetas.